Es común establecer metas y objetivos en el ámbito personal, empresarial , se planifica con mucho cuidado otras actividades como la diversión y el entretenimiento y aun hasta las cosas menos importantes de la vida.
En el salmo 127: 1 dice que: si Jehovà no edifica la casa en vano trabajan los edificadores. Esto recuerda la importancia de la planificación al edificar cualquier construcción, fundamentado en una base sòlida, asì debe ocurrir con la familia por medio del fundamento divino y el proyecto familiar
Sin embargo existe en la mayoría de las familias de hoy la ausencia de un proyecto familiar con una visión definida, metas, objetivos, aun en hogares constituidos adecuadamente, a pesar que la familia es el proyecto más importante de la vida, es la riqueza más grande, la empresa más importante que el hombre puede formar y edificar.
A pesar de la importancia y que pocas personas, tienen un proyecto familiar con una visión clara y definida para su familia más allá de ideas generales de vivir felices para siempre.
Es urgente en la sociedad de hoy tener una visión clara para influir positivamente en las generaciones futuras, y no dejar al azar, la formación de los miembros, desarrollar una relación familiar madura, fortalecida con valores fundamentales, planificando todas las cosas que se ha propuesto hacer como padres y cónyuges.
El proyecto familiar debe partir de una la visión de cambio continuo, para mejorar, la pareja conyugal debe adquirir el compromiso de ser compañeros para toda la vida compartiendo los tiempos de alegría y tristezas.
También es esencial fundamentar la relación familiar en convicciones fuertes de creencia en Dios y desarrollo de virtudes como: amor, sinceridad, respeto a la individualidad, trabajo en equipo, buscar siempre la excelencia en todo lo que se emprenda.
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